La compuerta de aislamiento de bioseguridad desempeña un papel fundamental en la modulación o detención del flujo de aire dentro de un sistema para mitigar el riesgo de fuga de microorganismos patógenos. Las compuertas se clasifican en manuales y eléctricas en función de su mecanismo de accionamiento. Las compuertas de aislamiento de accionamiento eléctrico pueden regular automáticamente el flujo de aire junto con un sistema de control, garantizando la estanqueidad incluso en caso de corte del suministro eléctrico.

De conformidad con la norma ISO10648-2 "Recintos de contención - Parte 2: Clasificación según la estanqueidad y métodos de comprobación asociados" y GB 50346-2011 "Especificaciones técnicas para la construcción de laboratorios de bioseguridad", estas compuertas se adaptan a las diversas necesidades de los usuarios y se presentan en forma circular y rectangular. Además, las dimensiones de la válvula estanca pueden personalizarse para adaptarse a las necesidades específicas de los clientes.